Bicentenario de la Patria, el martes 27 de abril, se realizará el acto de la puesta en valor de la antigua "Toma de Agua", de Parque Francisco Tau, escenario Artemio Aran, a las 16.30 hs. por la Cooperativa de Trabajo Sudeste Ltda. en su 15º aniversario.HACIENDO UN POCO DE HISTORIA: A principios del Siglo XX se construyó la primera toma que llevaba agua a lo que en esa época era Obras Sanitarias. Lucía flamante, con sus motores que propulsaban este vital elemento hacia los piletones para su proceso de potabilización; era, sin dudas, signo de progreso y desarrollo.
Estaba ubicada entre la casa del Gerente de OSN ( donde ahora funcionan la Dirección de Turismo, Medio Ambiente, etc. ) y el Hongo ( al lado del escenario Artemio Arán ).
Las paredes de esta reliquia aún se mantienen intactas, curiosidad ésta ya que su emplazamiento data de hace setenta y cinco años. Los techos fueron restituidos debido al escaso mantenimiento que tuvieron, no se los repintaba y de esta forma se deterioraron, caso contrario, se hubiesen mantenido con la lozanía de las paredes, dada la calidad de la construcción.
El pararrayos es una réplica del original, aunque éste no se encontraba muy malogrado. Las maquinarias aún existen y están en la sede de la Cooperativa de Aguas. Los ventanales y vidrios fueron corroídos por el tiempo y por la acción de los vándalos de siempre.
Es necesario aclarar que la toma no ha sido restaurada sino parcialmente reconstruida.
En cuanto al estilo, se observa que existe similitud con otras construcciones de nuestra ciudad y que pertenece al estilo normando francés( sur de Francia).
Estas construcciones tienen la característica de contar con techos a dos, tres o más aguas, de manera que en sus puntos de pendientes se ubicaban aljibes o contenedores, los que proporcionaban agua de lluvia para varios días.
Por estos tiempos también eran conocidos los aguateros, carros que llevaban agua a las viviendas que lo solicitaran. Pero con el tiempo perdieron importancia, ya que en los recipientes crecían algas tóxicas, se contaminaban y producían enfermedades.
La idea de estas tomas de agua surge debido a que en esos tiempos, dos epidemias, Cólera y Fiebre Amarilla, causaban gran cantidad de víctimas en la “ Gran Aldea “, que aún era Buenos Aires.
Más allá del eventual encuadre político-sociológico sobre la época y las condiciones de vida de mayorías libradas a su suerte, y aún de razones de corte economicista que pudieran contextualizarse, lo cierto es que las medidas sentaron las bases de una construcción sanitaria que, con acento en lo preventivo, llegaría a ser pionera en Latinoamérica. Agua potable y saneamiento como condiciones rectoras subsistentes en el tiempo. La salud pública como dominante razón de un Estado soberano.
En tal sentido, es obligado remitirse a los fundamentos legales del proceso instrumental de la política en cuestión, de alcance nacional.
El primer paso fue dado a través de la ley Nº 2927, del 30 de diciembre de 1892, que crea la Comisión de Obras de Salubridad, responsable del saneamiento urbano, en relación a la problemática que afectaba a la ciudad de Buenos Aires. A esta normativa siguió, conformado ya en julio de 1909, el primer Plan Nacional de Saneamiento, la ley Nº 8889, del 18 de julio de 1912, que da origen al organismo denominado Obras Sanitarias de la Nación (OSN), en reemplazo del mencionado anteriormente y cuya finalidad era “la provisión de agua potable para uso doméstico”.
La ley autorizaba al Directorio de OSN a “convenir con los gobiernos de provincia, ad referéndum del congreso de la Nación, el estudio, construcción y administración” de obras con igual propósito en la ciudades, pueblos y colonias de la Nación.
Poner esta obra en valor, como ha sido la iniciativa de la actual gestión de miembros de la Cooperativa Sudeste Limitada significa darle sentido de pertenencia a algo que permanecía desconocido. Valorar lo que nos queda en este sentido es enseñar que lo antiguo, “lo viejo”, también nos sirve para saber hacia donde debemos ir, constituyendo además nuestra identidad.
Nuestra localidad cuenta con un importante número de monumentos históricos, siendo éste uno de ellos. Como la casa del Dr. José Antonio Ceballos, que fuera gobernador de la Pcia. de Córdoba, donde hoy se desempeña el Juzgado Federal.
Otra “perla” histórica es la casa de Juarez Celman (en los predios de la escuela Agrotécnica); los pabellones del Hospital Regional Bell Ville; la estación de trenes y su vagón con dos camarotes completamente revestidos en madera, salón comedor, cocina y baño privado. En la actualidad se encuentra ubicado donde existe un círculo que en aquellas épocas servía de base para que la locomotora, tirada por bueyes, girara para reorientarse y seguir su camino. También cabe mencionar el Hotel de Inmigrantes, ubicado en predios de la escuela Agrotécnica.
Lo expuesto precedentemente debe llamarnos a la reflexión: una “villa” que hace un siglo contaba con lo más avanzado en tecnologías, instituciones, edificios adecuados, auguraba pujanza y un gran crecimiento y desarrollo.
En contraste con un presente de insatisfacción ante lo que pudimos haber sido y no somos.
Datos: Gentileza Gustavo Duarte
